Embarazo, ejercicio y alimentación
Ahora más que nunca que necesitas llevar una vida saludable, ya que tú eres la única fuente de energía para tu bebé. Asegúrate de darle los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano.
Para obtener un equilibrio perfecto entre ejercicio y alimentación durante el embarazo necesitas sólo 300 calorías adicionales al día, por lo que es un mito que tengas que comer el doble. Para tener una alimentación balanceada sólo sigue las siguientes instrucciones:
1. Combina alimentos de los tres grupos (frutas y verduras, cereales y alimentos de origen animal y leguminosas) que contengan nutrientes como vitaminas, minerales y proteínas.
2. Aprende a identificar las señales que envía tu cuerpo cuando estás satisfecha.
3. Para prevenir defectos de nacimiento consume ácido fólico antes y durante el embarazo. Se recomienda ingerir 0.4 mg al día.
4. Toma de 6 a 8 vasos de agua diariamente. Si es agua desabor trata de ser moderada con el azúcar.
Hacer ejercicio durante el embarazo ayuda a prevenir el sobrepeso, el dolor de espalda y las piernas hinchadas. Para fortalecerte sigue estos sencillos consejos:
1. Haz por lo menos 30 minutos diarios de actividad física de bajo impacto. Dormiras mejor, aumentaras tu energía y la recuperación posparto será más fácil
2. Si no puedes hacer media hora continua, hazlo en intervalos de 10 minutos.
3. Elige actividades de moderada intensidad como caminar, nadar o hacer yoga. Evita ejercicios de alto impacto que impliquen riesgo de daño o caídas.
4. Utiliza ropa cómoda y consulta a tu médico ante cualquier reacción negativa de tu cuerpo.
¿Por qué muchas mujeres sufren insomnio durante el embarazo?
El embarazo está lleno de cambios físicos que influyen en cada aspecto de tu vida y no es de extrañar que también afecten la forma en que duermes y descansas. De acuerdo a un estudio realizado en los Estados Unidos por el National Sleep Foundation, durante esta etapa, casi 80% de las mujeres tienen trastornos relacionados con el sueño.
En el primer trimestre, los cambios hormonales hacen que tiendas a sentirte fatigada; a este periodo los expertos le llaman “el fenómeno progesterona”. Y es que esta hormona es un sedante natural que provoca que una mujer esté tan cansada que tenga la sensación de no poder mantener los ojos abiertos a lo largo del día. Por tanto, es inevitable que su cuerpo le exija dormir más de la cuenta en los momentos menos apropiados como a mitad del día o después de la comida. Es así como decide tomar siestas de larga duración, provocando alteraciones en sus patrones habituales del sueño y dificultando dormir por la noche. Cuando inicia la segunda mitad del embarazo, las cosas parecen mejorar hasta que llega el tercer trimestre, donde se vuelve a cansar con facilidad y por lo tanto, a dormir mal. Esto se debe principalmente a la incapacidad de encontrar una posición cómoda para dormir debido al tamaño del vientre.
Y recuerda: siempre y antes que nada consulta a tu medio o tu matrona antes de comenzar alguna dieta o cambiar tu alimentación o al comenzar a hacer algún tipo de ejercicio o actividad física.