Cada vez son más las personas que tienen alergia a diferentes pólenes y, en consecuencia, sufren síntomas como el picor de ojos, nariz o garganta, estornudos, tos… Incluso muchas de ellas aún no se someten a exploraciones y exámenes para que el especialista determine qué alérgeno es el que provoca la alergia y qué tratamiento se debe llevar a cabo.Éste último se basa en la utilización de fármacos tradicionales y/o medicamentos naturales. Los primeros son los más utilizados y se dividen en diferentes categorías:
Antihistamínicos: Responsables de reducir el picor mencionado antes, el goteo de la nariz… La cetirizina y la rupatadina son dos de los más utilizados.
Descongestionantes: Se asocian con los anteriores y se encargan de calmar la congestión y el goteo nasal. La pseudoefedrina es uno de los más recomendados.
Corticoides: Reducen la inflamación de las vías respiratorias e impiden que el asma se haga crónico. Son, por ejemplo, la budesonida y la fluticasona.
Broncodilatadores: Estas sustancias, por su parte, dilatan bronquiolos y bronquios permitiendo el paso del aire a los pulmones. Se suelen usar en aerosoles y nebulizadores.
¡Y ahora la medicina natural! Si amas los remedios caseros te encantará esta parte final del post.
Dos plantas ideales para combatir la alergia
Como sabrás hay plantas que contribuyen a reducir los síntomas alérgicos; dos de las más utilizadas son el marrubio, conocido también como malva rubia, hierba del sapo y toronjil del cuyo (que es expectorante y tiene un efecto antiinflamatorio sobre bronquios y garganta); y el llantén mayor, capaz de reducir todos los síntomas que causa el polen en vías respiratorias, gracias a su contenido en aucobósido, iridoide antibacteriano, antitusivo y analgésico.