COMER FRESAS PARA MEJORAR LA MEMORIA
Todos sabemos el delicioso sabor que tienen las fresas y se podría decir que son una golosina para nuestro paladar y además de lo más sano!!, es una de las frutas más recomendadas en los regímenes y tiene numerosas cualidades más.
Las fresas tienen múltiples vitaminas y destacan por tener mucha vitamina C, ya veis no solo la naranja la tiene, que es muy buena y es la que participa en la formación de huesos y dientes, glóbulos rojos y colágeno, tanto como para la ayuda a la absorción de hierro y ayuda a prevenir las infecciones. También ayuda a mantener estables las células sanguíneas y favorece la fertilidad, pero aquí ya hablamos de la vitamina E que contiene aunque en menor medida que la C.
Están recomendadas en personas que tienen problemas del corazón o sufren hipertensión arterial, por su rico contenido en potasio y ser bajas en sodio.
Contienen hidratos de carbono y fibra por lo que pueden ayudarnos con el extreñimento a controlar la glucosa en sangre, a controlar ese dichoso colesterol y a prevenir el cáncer de colon.
Las fresas contienen ácido cítrico, que ayuda a realzar los efectos de la vitamina C, además de tener una acción desinfectante y ácido salicílico que es un antinflamatorio natural y también funciona como anticongelante.
Pero bueno todas estas propiedades estoy segura de que las conocíais en mayor o menor media, pero lo que recientemente han descubierto es que el consumo de fresas y arándanos ayuda a mantener la memoria.
Así lo indica un estudio reciente que dice que estos alimentos ayudan a mantener la memoria en los ancianos .En concreto las personas mayores que las consumen retrasan hasta dos años el envejecimiento congénito.
Esto es por que ambas frutas son ricas en flavonoides que favorece la salud cardiovascular y que además previene el cáncer y es un excelente aliado para suavizar los efectos del estrés y la inflamación, dolencias que a la larga nos perjudicaran mas de lo que pensamos, y es un excelente antimicrobiótico.
El consumo de estos alimentos provocaría un desarrollo mas tardío del envejecimiento congénito en las mujeres mayores. Se trata de la primera vez que se demuestra que estas frutas atrasan la falta de memoria propio de edades avanzadas.