Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de la artrosis. Es más, probablemente algún familiar o conocido la ha padecido o padece. Esta enfermedad degenerativa, crónica y no inflamatoria de las articulaciones se produce por un desgaste del cartílago articular, una especie de almohadilla que evita el roce entre los huesos. Conforme desaparece, el hueso reacciona y crece por los lados, provocando deformidad.
La causa de la artrosis no es única; la forman diversos factores como la genética, el sedentarismo, el sobrepeso… pero sobre todo, una mala alimentación sumada a malos hábitos.
Cómo prevenir la artrosis
Para prevenirla, es imprescindible tomar nota de los siguientes puntos:
- Lleva una dieta sana y equilibrada que te permita huir de la obesidad.
- Realiza ejercicio moderado, acorde a tu edad y estado físico. Especialmente el yoga, el pilates y la natación son muy buenos para ello.
- Limita los esfuerzos físicos intensos, así como los movimientos repetitivos y los deportes de contacto dado que pueden dañar tus articulaciones.
- La exposición moderada a la luz del sol es buena, porque estimula la síntesis de vitamina D, necesaria para tus huesos.
- Evita encorvarte a la hora de estar sentado/a.
- No te sientes en sillas bajas porque tus rodillas y caderas sufrirán al sentarte y levantarte.
- Si viajas a menudo, acostumbra a tu cuerpo a levantarse y moverse cada hora, aproximadamente.