Puede que las calorías que aportan sean la causa por la que los guisos apetecen cuando más frío hace, ahora bien, ¿sabías que puedes seguir apostando por ellos de forma más dietética? Hoy en Es Bueno, unos cuantos trucos para que disfrutes del tradicional sabor de un guiso, consumiendo menos calorías. ¡Te dejamos con ellos!
Hierve los embutidos
Mételos en un cazo con agua hirviendo y sácalos pasados cinco minutos, ya desengrasados. De esta manera puedes rebajar de 100 a 120 calorías por cada chorizo, longaniza, morcilla…
Sofrito clásico, en el microondas
El básico dúo de cebolla y pimentón acompaña a muchos de los platos de legumbres que tan bien entran con el frío. Puedes reducir la cantidad de aceite necesario de tres cucharadas a una, realizando la misma operación en el microondas: introduce la cebolla con el aceite a máxima potencia 10 minutos, remueve a mitad de tiempo y pasados estos minutos, añade el pimentón, remuévelo bien y déjalo cocinar en el microondas un minuto a potencia máxima.
Utiliza huevo duro
En el caso de que adereces el guiso con huevo duro rallado, puedes ahorrarte calorías rallando únicamente la clara. ¡Reserva la yema para otros menesteres!
No olvides calcular bien las raciones
Antes de incorporar las legumbres, calcula los comensales que seréis y multiplica, teniendo en cuenta que 50 gramos de cualquier legumbre pesada en seco son suficientes para una persona, y más considerando que en este tipo de guisos se combinan varios alimentos.
Evita el pan frito
Estos guisos ya son sabrosos y consistentes por si mismos, a diferencia de lo que sería un simple caldo.