El dolor de oídos es uno de los trastornos más frecuentes en la infancia. Se acerca el verano, y es justo en esta época del año en la que hay que tener especial cuidado, al exponerse tu pequeño/a al agua de playas y piscinas. Y es que las causas del dolor de oídos pueden ser variadas, pero en niños de corta edad suele deberse a lesiones provocadas por cuerpos extraños dentro del oído o infecciones causadas por hongos, catarros…
Cómo prevenir el dolor de oídos
Para que tu niño/a no sufra de este mal, es bueno tomar las siguientes medidas de prevención:
- Controla el tiempo que pasa en el agua, a la hora de meterse en la piscina o en el mar.
- Ponle tapones si es propenso a padecer este tipo de infecciones; puedes encontrarlos en farmacias o centros ortopédicos.
- Vigila los catarros que no se terminen de curar.
- Impide que permanezca en estancias llenas de humo.
- No introduzcas bastoncillos en su oído, ni dejes que él o ella lo haga. Si tienes en casa, mantenlos lejos de su alcance ya que no son nada buenos.
- Evita ruidos o música altos.
- Incluye en su dieta alimentos ricos en vitamina A y B12.
- Si siente dolor durante un viaje en avión que realiceis este verano, ten a mano algo para masticar o chupar como puede ser un chicle o un caramelo.