El agua se obtiene a través de su consumo directo en bebidas refrescantes o contenida en los alimentos. En cambio la pérdida de agua corporal es múltiple, a través de la orina, materias, sudor y vapor de agua exhalado con cada respiración
El consumo de líquidos debe ser abundante, permitiendo que el cuerpo se encargue de mantener el adecuado equilibrio, en caso de falta de agua nos aparecerá sed. Por exceso de líquidos el mismo puede acumularse en algunos tejidos pero también puede ser eliminado rápidamente a través de la orina.
En los días calurosos el consumo de bebidas debe aumentar para compensar la alta tasa de evaporación producida por la transpiración, de esta forma evitaremos la deshidratación.
Las personas ancianas o con alguna enfermedad crónica son más propensas a sufrir cuadros de deshidratación, razón por la cual se les debe aportar una cantidad abundante de líquidos a lo largo de todo el día.
Así que ya saben lo que dicen los medicos, es bueno tomar 8 vasos de agua al día.