Fractura en la pelvis
Muchas fracturas de la pelvis sanan sin problemas, sólo cuando la víctima guarda calma.
En ocasiones existe el peligro de que el alvéolo del fémur esté dañado y sea necesaria una intervención quirúrgica o aplicar tracción a la extremidad inferior. En otros casos la fractura
pélvica está asociada a ciertos órganos internos de los sistemas digestivos, urinario o genital.
Síntomas
La víctima con fractura en la pelvis no siente ningún dolor permaneciendo acostada, pero se queja cuando camina o se levanta. Las molestias por lo general existen en la parte inferior del abdomen, en la entrepierna, o a lo largo del pliegue de la ingle.
Tratamiento
La persona accidentada deberá de acostarse de espaldas y si es necesario trasladarse en esta posición. Las rodillas deben de quedar flexionadas, colocando almohadas debajo de ellas para mayor comodidad. Si la víctima se queja de dolores en la región de la cadera, o de dolores cuando intenta cualquier movimiento de las extremidades inferiores, al girarlas un poco, debe entablillarse la extremidad afectada. El entablillado no hace ningún mal si la ractura abarca el hueso pélvico; en cambio, puede ser de gran utilidad en caso de la fractura del fémur.
Fractura en las costillas
Estas lesiones generalmente son causadas por golpes y caídas. Se ubican con más frecuencia en la parte inferior del pecho, en el frente y a los lados. En ocasiones, un fuerte golpe rompe varias costillas y llega a horadar el pecho, quizás también lesione órganos internos.
Síntomas
Muy a menudo, en el caso de fractura de las costillas, existe poca o ninguna deformidad o inflamación notable. El accidentado siente dolores cuando aspira profundamente. Se puede localizar un sitio sensible corriendo los dedos a lo largo de las costillas.
Tratamiento
No son necesarias medidas de carácter local si el dolor no es excesivo. Si los dolores son más agudos, se debe de hacer el intento de disminuir los movimientos respiratorios aplicando uno o más vendajes alrededor del pecho. Uno de ellos deberá estar a la altura de la lesión. Si el sitio no está ubicado en la parte inferior del pecho, se debe emplear otro vendaje rodeándolo, ya que los movimientos respiratorios se controlan mejor en esta forma. Si el vendaje causa dolor, se debe quitar.
En los casos en que las costillas se ven un tanto deprimidas a causa de la lesión, no se deberá aplicar ningún vendaje alrededor del pecho.